ARTÍCULOS
El tránsito en la República Dominicana
Ing. Mario Holguín
El Tema del Tránsito ha vuelto nuevamente a los debates del día en los medios de comunicación a partir de que en el Primer Congreso Internacional de Movilidad, Tránsito y Transporte del Colegio Dominicano de Ingenieros, Arquitectos y Agrimensores (CODIA) recién concluido en la Universidad Autónoma de Santo Domingo, se planteó el gran desorden existente en la capital de la República.
Nosotros agregamos que también prevalece ese caos en todos los centros urbanos del país y en nuestras carreteras. La aseveración anterior, es por los resultados que exhibimos en el país, no solamente por los grandes congestionamientos en las calles y avenidas, sino también en materia de seguridad vial, afectado por un 72% de un parque vehicular con más de 10 años de uso, y que por demás está conformado en un 54% de motocicletas sin régimen.
La falta de educación constituye uno de los componentes causantes de este fenómeno que nos tipifica con los peores modales en la escena vial.
Son también factores predominantes causantes de este problema:
1– La desactualización del marco legal y de los órganos reguladores del tránsito y el campo vehicular.
2- La falta de planificación en materia de infraestructura vial.
3- Falta de planificación en el desarrollo urbanístico.
4- Falta de aplicación de los avances tecnológicos.
5- La falta de buena información al más alto nivel político para la toma de decisiones necesarias y pertinentes.
De manera, que el argumento de que el caos del tránsito es únicamente por falta de educación no solo se ha convertido en un mito, sino en una barrera de defensa para evadir responsabilidad de parte de los sectores que toman decisiones.
De forma simple decimos que los ciudadanos somos los culpables del desorden. Lo hemos repetido tanto que finalmente nos sentimos culpables, sin darnos cuenta de que existen otros actores fundamentales, responsables de propiciar y promover la educación que no tenemos, y que es responsabilidad del Estado proporcionarla.
En cuanto a la voluntad política, el hecho de que no se manifiesta un interés de las autoridades tampoco resolverá el problema de manera sostenible, sino de forma temporal.
Ello requiere la suma de intereses propios de los partidos políticos representados en el Estado que motive a la conciencia social.
Si el gobierno a través de sus instituciones ejecuta iniciativas que no son reforzadas por los legisladores y el poder judicial, continuaremos con el caos.
Si se toman medidas mediáticas por determinada coyuntura política o social, tampoco se evidenciará progreso en el tema, ya que las inversiones deben ser permanentes, convenientemente planificadas y sustentables.
Finalmente, la voluntad política es el inicio del proceso para la solución, en tanto, la falta de educación, conjuntamente con los cinco factores mencionados anteriormente, son los causantes principales de la problemática del tránsito en la República Dominicana.